viernes, 23 de noviembre de 2007

Sindicato Avance Marino

BREVE HISTORIA DEL SINDICATO DE LA PESCA DE CNT “AVANCE MARINO” DE TRINCHERPE - PASAJES DE SAN PEDRO (GUIPÚZCOA)

Trabajo realizado por José Ignacio Orejas Pérez, publicado en el periódico CNT, en los números 184 y 185, en julio y agosto de 1995.95

Asteazkena 2004-ko abenduaren 1.a, CNT Gipuzkoa

En el período 1930 - 36 Trincherpe es el foco más revolucionario y conflictivo de Guipúzcoa y, quizás, de Euskadi. Ello obedece a las condiciones inhumanas de trabajo que rigen desde que en 1915 el capital donostiarra ve en Pasajes de San Pedro - Trincherpe el puerto idóneo para ubicar una poderosa flota pesquera de altura. Esta no se instala en San Sebastián, porque la aristocracia local no quiere destruir la forma de vida donostiarra.

La pesca de Pasajes de San Pedro es industrial. La empresa más potente es la PISBE, con sus 4 bacaladeros y sus depósitos. La pesca del bacalao en Terranova duraba meses y el modo de reclutamiento no era como el de los pescadores, pues se enganchaban obreros que nada sabían del mar y que aportaban un espíritu de lucha y defensa de sus intereses que no estaba presente en toda la zona pesquera. Esto hacía que Pasajes fuera el motor de reivindicaciones y luchas que irradiaban hacia otros puertos.

Los barcos sólo paran en el puerto para reparar y aprovisionarse. Los pescadores no tienen apenas tiempo de pasar con sus familias. Hay falta de mano de obra, al principio, pues no bastaban los arrantzales vascos para cubrir las dotaciones de los barcos y la demanda de pescado era alta. Los patronos reaccionan, traen a pescadores de otras tierras, fundamentalmente gallegos, como mano de obra barata y dócil. La mayor parte de ellos vivirán en Trincherpe, en un extremo de Pasajes de San Pedro, que pasa a ser llamado la “quinta provincia gallega”.

Trincherpe se convierte en un polvorín. Se construye muy rápidamente, sin planificación, generándose múltiples problemas urbanísticos, de salubridad, etc... Los armadores, para atraer a la mano de obra, crean y construyen casas para sus pescadores. La flota de Pasajes, numerosa y bien equipada, desempeña un papel de primer orden en la economía de la región.

En 1931 se produce un nuevo conflicto de los pescadores de Pasajes. Aprovechando el entusiasmo abrileño, con el advenimiento de la República, los pescadores exigieron nuevas condiciones de trabajo y salario. Quieren acabar con las jornadas de trabajo prácticamente interminables, contra los bajos salarios, mejorar las duras condiciones de trabajo en los confines del Gran Sol. Los pescadores pasan allí muchas semanas en condiciones deplorables de habitabilidad.

La negativa patronal a estas reivindicaciones no se hace esperar y los pescadores declaran la huelga. Esta se prolonga peligrosamente. El hambre se instaló en los hogares obreros. Se hacen necesarias nuevas medidas de fuerza y se llama a la solidaridad de los sindicatos obreros de San Sebastián.

Al conflicto en sí, hay que unir la lucha que libran los socialistas y comunistas por dominar la clase obrera. El secretario general del Sindicato de Pescadores de Pasajes, afecto a la UGT, es Juan Astigarrabia, comunista, que luego será consejero de Obras Públicas del Gobierno Vasco durante la guerra, y expulsado del PCE por su actitud pronacionalista en el mismo. Obtuvo ese puesto tras una lucha épica con el candidato socialista. Las disputas se suceden, también en el seno de la Federación de Sociedades Obreras Autónomas de San Sebastián, donde los comunistas van ganando posiciones. Los socialistas son pro - gubernamentales. Los comunistas acusan a los primeros de apagafuegos y contrarrevolucionarios.

En plena huelga, los comunistas, queriendo forzar la mano de los socialistas, pide a la FSOA de San Sebastián que declare una huelga general en solidaridad con los pescadores.

La CNT será la única central obrera que apoye a los comunistas, pues la UGT donostiarra descarta la huelga general. Los militantes comunistas de UGT y los anarcosindicalistas de la CNT se embarcan en un empeño difícil: imponer la huelga general a pesar de la oposición socialista. Tampoco Solidaridad de Obreros Vascos secunda la huelga.

La acción es oportuna, decidida y dura, pero rentable para la CNT. Se producen situaciones de violencia en ciertos puntos contra obreros recalcitrantes. En la ebanistería de Torrijos, patrón obrero y dirigente socialista muy influyente, los huelguistas son recibidos con tiros de escopeta que produjeron heridos leves. CNT y los comunistas van extendiendo la huelga.

El 28 - V - 31 la jornada termina en tragedia. La marcha de protesta de los pescadores a San Sebastián es prohibida por el gobernador civil Aldasoro. Los comunistas hacen caso omiso de la prohibición y organizan la marcha. Es una de las manifestaciones más irresponsables organizada por los comunistas en plan tremendista. Embarcan a los trabajadores y sus familias en una masacre estúpida. El gobernador Aldasoro, abogado, excelente persona que había defendido con anterioridad y gratuitamente en toda ocasión a los anarcosindicalistas, mandó establecer dos barreras: la primera, compuesta por soldados en el Alto de Vinagres.

El jefe del primer destacamento, que no quiso verse involucrado en un conflicto social, no se atrevió a ordenar “¡ Fuego ¡”. Los manifestantes, enardecidos por superar esta primera barrera, emprenden la bajada hacia Ategorrieta. El gobernador, presionado por el alcalde de San Sebastián, Sasiain, manda disolver la manifestación a la altura del Reloj, en el depósito de tranvías, en la bajada de Miracruz. Los guardias civiles disparan. Los manifestantes retroceden despavoridos dejando en la carretera 6 muertos y varias decenas de heridos.

Ante la masacre, la huelga se vuelve verdaderamente general, de forma espontánea. Dura tres días. Hay mítines, manifestaciones de protesta y huelgas, en el País Vasco y en toda España.

Los pescadores de “Avance Marino”, considerándose manipulados por el PCE destituyeron a Juan Astigarrabía y se adhieren a la CNT, que pasa a ser el sindicato más importante de Trincherpe. Las distintas fuentes discrepan en el número de afiliados (de 1200 a 2500). Son cifras exageradas, pues una carta de fecha 20 - X - 35 de la Federación Comarcal de Guipúzcoa afirma tener 1271 afiliados en la provincia. CNT tiene fama de ser el sindicato más combativo.

El primer secretario general, provisional, del nuevo sindicato pesquero de CNT es J. Marín, buen conocedor de la vida del marino. Su labor primera será la de restablecer la moral de los sindicados, destrozada por la tragedia.

Debido al gran número de problemas sindicales, económicos e, incluso, familiares (mientras los pescadores estaban en la mar) que el secretario general tiene que resolver, la CNT de San Sebastián pide al Comité Nacional que envíe a un militante cualificado, competente y avezado en las luchas sindicales para dirigir “Avance Marino”. El cargo es retribuido (único caso de liberado en la CNT del País Vasco de la época).

La CNT envía al gran militante de la regional del Centro Miguel González Inestal. Gran orador y organizador, preparado para las relaciones públicas, efectúa una labor muy meritoria: defiende a los afiliados frente a los armadores, resuelve asuntos administrativos...aparte de las relaciones con las familias de los marinos. Prestigia mucho, por sus dotes de oratoria, al sindicato “Avance Marino” y consigue aumentar sus efectivos. Asimismo contribuye al desarrollo de la Federación Local de San Sebastián y de la Comarcal guipuzcoana de CNT. Junto a él, otro militante activo de CNT, también recordado hoy día entre los mayores del pueblo, es Ageitos.

Miguel González Inestal impulsa, en 1933, la edición del periódico “Avance Marino” - La Voz del Marino”, del que es director y redactor principal. Este periódico cuenta con la colaboración de militante significados de San Sebastián como Alquézar, Miranda o Segura. “La Voz del Marino” se lee en los puertos guipuzcoanos de Orio, Zumaya, Motrico; y, en Vizcaya, en Lequeitio, Ondárroa y Bermeo.

“La Voz del Marino” era, en principio, mensual, aunque no se respetaban las fechas. Su tirada era de 1000 a 1500 ejemplares. Supone un revulsivo por la falta de publicaciones en las zonas pesqueras que despierten del letargo a los trabajadores del mar, vinculados a las cofradías de pescadores, organismos con relente capitalista y religioso, ya que en sus manifestaciones no faltaba la clásica celebración de misas para proteger a los marinos de la furia del mar y del pecado cuando pisaban tierra, pero que nunca organizaban actos para pedir mejoras de salario y de condiciones de trabajo.

“La Voz del Marino” trata en sus páginas los problemas de la pesca y de los pescadores; contiene artículos de economía, de sociedad, actualidad... González Inestal, que era autodidacta, sabe ponerse a la altura de las necesidades intelectuales de los trabajadores. No descuida el plano combativo y predica la revolución en el sector pesquero. Este periódico desaparecerá poco antes de VII - 36 debido a la especial tensión que viven los sindicatos de CNT, ante la inminencia de un golpe militar.

El 25 - II - 34 se produce una nueva huelga de los pescadores de Pasajes de San Pedro. Estos obtienen importantes mejoras. Crece la afiliación. Posteriormente, se desarrollarán varios conflictos laborales en agosto de 1935 (que finaliza a finales del mes o principios de septiembre) y en junio de 1936.

El 8 - VIII - 35 una plenaria regional de la CNT del Norte se hace eco de los problemas de legalización del Sindicato de CNT de Pasajes debido a las exigencias que plantea el gobernador civil. El Comité Regional del Norte se dirige al Comité Nacional para consultarle sobre este caso.

Sobre estas fechas (agosto de 1935) la Federación Nacional de la Industria Pesquera de CNT se pone en contacto con “Avance Marino”. El CR de CNT del Norte insta a las Comarcales (Vizcaya, Guipúzcoa y Cantabria) para realización de propaganda cerca de los pescadores para organizar en la FNI Pesquera a todos los sindicatos interesados. En este empeño seguirán los siguientes meses. Toman incremento los sindicatos de la FNI Pesquera.

Poco antes de julio de 1936 González Inestal deja la secretaría general de “Avance Marino” que asume Juan Varela.

Tras la sublevación militar fascista, el Sindicato de Pescadores de CNT tiene una destacada participación en las acciones militares defensivas de los milicianos guipuzcoanos. Muchos hombres de “Avance Marino” salen a luchar junto al comandante Garmendia y José Luis Otero, representante de CNT en la Junta de Defensa de Guipúzcoa, a los frentes de Tolosa y Beasain. Al enterarse de que los militares salían de los cuarteles de Loyola, vuelven y entran en la capital por Ayete para hacer fracasar la sublevación en San Sebastián.

El 21 de julio varios hombres de “Avance Marino”, armados con pistolas y bombas, asaltan al torpedero “Xauen” anclado en el Puerto de Pasajes. La tripulación no ofrece resistencia. El comandante se declara republicano. Registran el barco. Ponen rumbo a San Sebastián. Anclan en la Concha. Su misión es bombardear con los cañones del “Xauen” los edificios donde los rebeldes se habían hecho fuertes: el Gran Casino, Hotel María Cristina y el Gobierno Militar.

Este bombardeo fue poco destructivo y con errores monumentales sobre objetivos no militares, pero tuvo un gran efecto desmoralizador entre los insurrectos.

Tras la rendición de los cuarteles de Loyola, foco rebelde, CNT consigue hacerse con gran parte del armamento de los mismos, resarciéndose con ello de la marginación patente en el reparto del armamento incautado por las fuerzas populares a los facciosos con anterioridad. Una parte de este material militar es almacenado en la sede de “Avance Marino”. Desde allí, y según las necesidades bélicas, CNT entregará parte del mismo a la Comisaría de Guerra de la Junta de Defensa de Guipúzcoa para su utilización en el frente.

Trincherpe se convierte así en una base de preparativos de guerra. Las mujeres llevan al sindicato botellas para llenarlas de gasolina y fabricar bombas incendiarias rudimentarias. En poco tiempo juntan cientos de cascos. Hacen más ruido que daño, pero tienen un indudable efecto psicológico.

La radicalidad de los “gallegos de Trincherpe” es tan notoria que las clases pudientes de Pasajes de San Pedro temen que vayan a incendiar la iglesia de San Pedro. Este incendio no se produce. A los “gallegos” se achaca también la muerte del párroco de Pasajes, acontecida por entonces, ignorándose su autoría.

Los marineros de CNT de Trincherpe también participan en otra operación, que se llamará “Frente en la montaña”. Esta idea la conciben destacados jóvenes militantes de la CNT donostiarra (Manuel Chiapuso, Juan Rivera, José Iglesias y, sobre todo, Félix Liquiniano) con el objetivo de “defender las montañas para salvar los valles” y es asumida por los militares republicanos Sanjuán y su ayudante Montaud, ambos enviados por el Gobierno para dirigir las operaciones en Guipúzcoa. Se trata de coger a los requetés por detrás. Es una operación arriesgada que se trama tras el fracaso de la toma de Oyarzun, ocupada por los facciosos. El objetivo era cortar el suministro de la retaguardia navarra a las posiciones rebeldes en Oyarzun. Un grupo numeroso de pescadores son movilizados para la montaña.

La nueva situación política propició ciertos cambios en las relaciones de producción de la flota pesquera de Pasajes, aún no suficientemente estudiados, en los que los trabajadores obtienen un mayor protagonismo. Según Manuel Chiapuso se echa a los patronos y se da un caso de colectivización, como se produce en la mayor parte de la zona republicana y a iniciativa de CNT. En cualquier caso, es muy posible que la industria pesquera estuviese bastante intervenida por los sindicatos. El sindicato “Avance Marino” organiza el trabajo y entrega la producción a las autoridades. Crea dos turnos de 30 hombres cada uno en la PISBE para que el bacalao en existencias pueda ser consumido por la población. Varias parejas de barcos son enviados a la mar para capturar pescado con que abastecer a los hospitales y enfermos de San Sebastián y Guipúzcoa, pues el puertecito de la Jarana suministraba poco pescado.

En agosto de 1936, en plena batalla en la frontera (Irún, San Marcial), el secretario general de la Federación Pesquera y un representante del Comité Regional de Cataluña, ambos de CNT, se ponen en contacto con la Regional del Norte de CNT y con autoridades del Comité de Defensa de la República, con vistas a efectuar un trueque de pescado capturado por la flota vasca a cambio de otros artículos alimenticios indispensables para la población vasca. La Federación de Industria Pesquera de CNT (que agrupaba a los sindicatos pesqueros de CNT de toda España) tuvo un importante desarrollo y cumplió su papel en la economía del país.

La evacuación de San Sebastián, el 13 de septiembre, y, por consiguiente, de Pasajes, conlleva el traslado de la industria de la pesca a El Abra del Gran Bilbao. No se evacuan los barcos a San Juan de Luz, pues se quiere seguir la lucha. Tampoco se va a puertos reducidos como Zumaya, Ondarroa o Bermeo, ya que no pueden acoger la gran cantidad de parejas que constituyen el acervo pesquero de Pasajes.

Con la militarización de las milicias, numerosos pescadores de Trincherpe se enrolaron en el Batallón Celta, controlado por CNT.

Al entrar en El Abra, los barcos son cacheados. Las autoridades esperan encontrar los fusiles cogidos en el cuartel de Loyola. Les pillan 28 fusiles y 22000 ptas. (fruto de la actividad pesquera colectivista y del cobro de pagas que les hizo efectivas poco antes la JDG). Se inicia una campaña de denigración contra CNT por este asunto. En adelante las relaciones entre “Avance Marino” y Gobierno Vasco serán tensas.

Los pescadores y sus familias pasan a engrosar las cifras de los refugiados provenientes de Guipúzcoa. Allí, ya constituido el Gobierno Vasco, hay tensiones con éste con respecto a la organización de la producción pesquera. El Gobierno Vasco opera contra los intereses obreros.

Son momentos delicados en que coinciden 2 circunstancias: 1º el problema de suministrar alimentos a una gran masa de población cercada por los sublevados por tierra - y que dominan ampliamente el aire y el mar -; y 2º la intromisión del Gobierno Vasco en una industria, en gran medida gestionada por los propios trabajadores, que ven con recelo a aquél. Añadamos que el Gobierno Vasco no contaba con representación de CNT, fundamentalmente por la negativa de los nacionalistas.

Estas tensiones y los acontecimientos que se van precipitando vertiginosamente le desbordan a Juan Varela, por lo que dimite de la Secretaría General del Sindicato “Avance Marino”. Le releva José Pérez, militante cenetista donostiarra y músico de la Banda de Música de San Sebastián. José Pérez se encarga de solucionar el contencioso con el GV por los problemas pesqueros.

Un decreto (¿23 - X - 36?) del Gobierno Vasco sobre incautación de la industria pesquera de Guipúzcoa, que estaba en poder de los obreros, lo tramita y negocia en nombre de CNT José Iglesias. El 27 - X - 36 se reúnen los compañeros de “Avance Marino” en Erandio en asamblea general para tratar de la cuestión del decreto del G. Vasco.

Tras la caída de Bilbao, el 19 de junio de 1937, no se sabe más de este sindicato, ni de sus afiliados. Hoy no se tiene noticias de ningún superviviente cenetista en Pasajes. Las razones hay que buscarlas en 3 causas principales:

1ª/ En 1936 eran hombres de cierta edad, por lo que es fácil suponer, la gran mayoría habrá fallecido.

2ª/ La evacuación de Pasajes a El Abra (Vizcaya) fue, con seguridad, mayoritariamente secundada por los afiliados a una sindical con una trayectoria de fuerte combatividad y sus familias.

3ª/ Las vicisitudes propias de la guerra (los bombardeos, la necesidad y el hambre, el combate de muchos en el frente,...) y la represión franquista acabaron con la mayoría de los hombres de "Avance Marino” y dispersaron a los supervivientes fuera de Guipúzcoa y del País Vasco.

Fuentes de información

1/ Libros

“Los Anarquistas y la Guerra en Euskadi. La Comuna de San Sebastián”. San Sebastián, 1977. Txertoa.

“El Gobierno Vasco y los Anarquistas. Bilbao en Guerra”. San Sebastián, 1978. Txertoa.

“Oposición popular y cárceles en la República”. San Sebastián, 1980. Hordago.

Todos ellos de Manuel Chiapuso Hualde.

“Un siglo de anarcosindicalismo en Euskadi”. [Folleto con ocasión del VII Congreso de CNT]. Bilbao, 1990. Editado por CNT.

2/ Testimonio (cartas, memorias y entrevistas) de:

Dionisio Alberto Jiménez Fernández, secretario del Comité Comarcal de Vizcaya de CNT en el período octubre - 34 / junio - 37.

Manuel Chiapuso Hualde, secretario en funciones de la Federación Local de San Sebastián de CNT (julio a septiembre - 36) y más tarde responsable de la Comisión de Prensa y Propaganda del Comité Regional del Norte de CNT (septiembre - 36 / junio - 37).

Memorias de Fermín Arce (ya fallecido), militante de CNT de Sestao y periodista de “El Nuevo Galindo”, “La Tarde” y del “CNT del Norte”.

José María Domínguez Larrañaga y otros vecinos de Pasajes.

3/ Documentos históricos:

Actas del Comité Regional del Norte de CNT de fechas 7 - 1 - 34 al 10 - X - 36. Archivo Histórico Nacional de Salamanca.


lunes, 19 de noviembre de 2007

Manuel Chiapuso

Biografía de Manuel Chiapuso (extraído de "Esbozo de una Enciclopedia histórica del anarquismo español" de Miguel Iñiguez, y completado por CNT Gipuzkoa)

Manuel Chiapuso Hualde

San Sebastián 14-IV-1912 - Baracaldo 29-XI-1997 tras un accidente de coche.

Pasó su niñez en el valle de Zubieta, caserío de Urnieta, en las cumbres de Buruntza, Adarra y Ventas de Garate, lejos de sus padres, anarquistas exiliados en París. Asistió a la escuela hasta los trece años con Juantorena de la Escuela Moderna con aprovechamiento, pero optó por el trabajo y rechazó la opción del seminario. En CNT desde los 19 años. Le gustaba el teatro y formó en una compañía de aficionados.

En los años republicanos Manuel Chiapuso fue uno de los fundadores y el primer secretario de las JJLL guipuzcoanas, luchó activamente en el movimiento obrero (huelgas de tranvías, espectáculos, construcción, etc) y conoció las cárceles de Alcalá, Ondarreta, Ocaña y San Miguel de los Reyes (1932 - 1935). Intervino en la fundación del vocero Crisol (1935) y en 1935 - 1936 colaboró en La Revista Blanca.

Iniciada la guerra pasó a primer plano: intervino en la toma del cuartel de Loyola y en diversas acciones bélicas (Aya, San Marcial, Irún, Puncha), fue vicepresidente de la comisaria de Trabajo de la Junta de Defensa de Guipúzcoa y secretario de la CNT de San Sebastián hasta la caída de la ciudad en septiembre de 1936, de donde, herido, marchó a Durango; luego, en Bilbao (octubre de 1936), asumió la secretaria de propaganda del CR de CNT realizando una importante labor: fundó Horizontes y CNT del Norte. Partidario de entrar en el Gobierno vasco (entrevista con Aguirre en mayo de 1937) no consiguió doblegar a los defensores de la postura contraria (Rivera) y la CNT vasca, en consecuencia, mostróse ortodoxa.

Derrumbado el frente norte parece que se asentó en Barcelona como representante de la CNT del Norte en el CN de CNT y fue delegado confederal en el Ministerio de Trabajo republicano. Tras la derrota vivió los campos de concentración en Francia (de los que escapó en tres ocasiones) y arrostró muchas vicisitudes que le separaron durante largos tiempos de su compañera María: en 1942 en Lorient reclutado por la fuerza por la organización nazi Todt, luchó en la resistencia francesa (Bayona y Toulouse) para, en 1944, asentarse en Biarritz.

Vencidos los alemanes, intervino en la reconstrucción de CNT y colaboró en la organización de pasos de frontera cara a una invasión de España. Formó parte de las filas de los posibilistas y estuvo incluso a favor de la participación de los libertarios en política: nombrado para el CR del Norte en mayo de 1945, en el pleno regional de noviembre de 1945 en Bayona se le nombra para representar a CNT en el Consejo Consultivo Vasco y secretario provisional hasta la llegada de Aransáez, salió del Pleno Regional de la CNT del Norte (Bayona, noviembre de 1946) como secretario regional y encargado de la representación de CNT en el Consejo Consultivo Vasco (reuniones de abril y septiembre de 1946). Secretario administrativo del Subcomité nacional de CNT en Toulouse (1947 - 1948), en el pleno regional de enero - febrero de 1948 apoya a Martínez Prieto en su propuesta de traer al CN a Francia, y llegó a firmar un documento pro partido libertario en enero de 1948.

Finalmente se asentó en la región parisina, estudió en La Sorbona (1949 - 1950) y se dedicó a la enseñanza de lenguas y literatura. A partir de entonces su militancia se difumina hasta la década del 70 y siguientes. En los últimos años del franquismo viajó en varias ocasiones al interior para coordinar a los compañeros de Guipúzcoa y Álava. Siguió interesado por las cuestiones libertarias, sobre todo como conferenciante y escritor. Colaboraciones en Askatasuna, CNT, Polémica, Tiempos Nuevos de Toulouse (1945). Autor de : Los anarquistas y la guerra en Euskadi. La comuna de San Sebastián (San Sebastián, 1977), Bosquejos, La ciencia y el joven libertario (Bayona, 1946), Délire et rétrovision (París, 1977), Generalidades sobre Euskadi y la CNT (Bayona, 1945), El gobierno vasco y los anarquistas. Bilbao en guerra (San Sebastián, 1978), El hombre sin ombligo, El impertinente andariego (Toulose, 1948), Las inceritdumbres del doctor H. (novela finalista del Premio Nadal), Juventud y rebeldía, Oposición popular y cárceles en la República (San Sebastián, 1980), Sembrando inquietudes (Bayona, 1946), Siluetas del pensamiento, Utopía. También colaboró en Un siglo de anarcosindicalismo en Euskadi (1990).

Manuel Chiapuso pasó sus últimos años junto a su compañera María, también militante de la CNT, en su casita en Biarritz, rodeado de libros y atento a los primeros esfuerzos para volver a crear el sindicato en Gipuzkoa. Lúcido como siempre, transmitió en largas horas de charla anécdotas, experiencias y lecciones de décadas de lucha anarcosindicalista, exilio y clandestinidad a sus compañer@s más jóvenes. En ocasiones se desplazaba con su compañero Martínez, capitán del Ejército Republicano del Aire y ahora apoderado "el taxista", a diversos puntos de Gipuzkoa y Bizkaia. Cuando su salud se lo permitía, acudían juntos a los actos del 1 de Mayo o visitaban compañeros y familiares. En una de estas visitas, tuvieron la mala suerte de sufrir un accidente de coche que le llevó a Manuel Chiapuso al hospital de Cruces. Ahí falleció a los pocos días a causa una neumonía. Su amigo y compañero Martínez le siguió a los dos años y María se trasladó a vivir con su nieta a Paris.

Galo Díez

EL MOTIN DEL PAN EN VITORIA (JUNIO 1915) Y GALO DIEZ

(Extraido de Bernardo Estornés Lasa – Enciclopedia Auñamendi)


Para entender un motín de subsistencias como el de Vitoria que puede parecer anacrónico, conviene recordar que el pan era en gran medida la base de la alimentación de los trabajadores y que, a principios del siglo XX, se consumía en torno al kilo de pan por persona y día. El conflicto estalla el 18 de junio de 1915 cuando vuelve a subir el precio de la otana de dos kilos en cinco céntimos.

Antonio Rivera describe detalladamente lo sucedido:

A las 9.30 h. de la noche del viernes (...), mientras en la Plaza Nueva tocaba la banda de música ante gran concurrencia de publico (...), un sujeto, entre varios obreros, paseó un cartel por los arcos que decía "Abajo el pan!". Intervino la policía municipal (...). Regresaron a la plaza y exhibieron de nuevo el cartel. Un "conocido sindicalista" (...) subió al kiosco (...) arengó a los presentes y les instó a protestar hasta que se abaratase el pan. A partir de este instante, "una masa importantísima" recorrió impunemente la ciudad (...) por espacio de dos horas, apedreando los cristales de las cuatro panaderías, cerrando los cafés de la calle principal (...), y penetrando en las fábricas panaderas de donde cogieron varios sacos de harina cuyo contenido esparcieron por la calzada (...). En ningún caso se robaron otanas... (in La ciudad levítica (Vitoria, 1876-1936), p. 175).

La guardia civil, a pie y a caballo, terminó con el tumulto cuando éste daba sus últimas boqueadas. Lo interesante, concluye Rivera, es que días más tarde, el pan volvió a su precio original sin que nadie mencionase la causa de tan repentino cambio. (Op. cit. p. 175).

El instigador de la revuelta, detenido por las autoridades, resultó ser el anarquista Galo Díez. Manuel Buenacasa en su obra El movimiento obrero español (redactada en 1926) también se refirió a este motín y, con palabras no exentas de triunfalismo, escribía que la acción directa de las masas consigue más en unas horas que los discursos de los políticos en muchos años. (Véase op. cit. en bibliografía, p. 136). El historiador Antonio Rivera considera a Galo Díez como el anarquista más significado en el País Vasco en toda su historia (op. cit., en nota, p. 203), sin embargo no precisa las fechas de nacimiento y muerte. Cuando encabeza el motín de Vitoria frisa en los treinta y dos años. Nació en 1883 ó 1884 en Bilbao, fue obrero armero en Eibar, participa en giras o mítines a lo largo y ancho de Vasconia y la Rioja, organizador de un sindicato en el sector papelero de Tolosa en 1921, presente en los diferentes congresos de la C.N.T. durante la dictadura y la República, es uno de los nombres más citados en los libros consagrados al tema. Extrañamente no coincide el retrato físico que de su persona nos han dejado dos militantes vascos.

Según el vizcaíno Horacio M. Prieto, era una especie de Hércules mientras que el guipuzcoano Manuel Chiapuso lo describe en setiembre de 1936: bajo, tan ancho como alto, casi una bola, con voz de barítono. A decir verdad, Chiapuso es algo malévolo pues lo trata también de viejo bonzo, sobrepasado por los acontecimientos (in Los anarquistas y la guerra en Euskadi -La Comuna de San Sebastián-, p. 275). El viejo sindicalista tenía entonces poco más de cincuenta años. Murió en Valencia en mayo de 1938 siendo a la sazón subsecretario nacional de la C.N.T.


CNT en Euskadi

En 1910 se crea la Confederación Nacional del Trabajo en el congreso de Barcelona de Solidaridad Obrera. Se crean así las bases del anarco-sindicalismo con loa intención de llegar mediante esta vía al comunismo libertario. Anti parlamentaria, apolítica, revolucionaria la organización vas creciendo a lo largo y ancho de la península. No cabe la posibilidad de entenderse con el Gobierno ni con los partidos políticos pero se acepta la unión con otras organizaciones obreras.
En Euskadi las secciones que existían antes de la formación se transforman en organismos de ella. Su primera intervención seria fue en la declaración de la huelga general en contra de la guerra de Marruecos siguiendo las instrucciones del Comité Nacional y en solidaridad con los carreteros de Bilbao, sometidos a una represión salvaje. “El Látigo”, semanario aparecido en Baracaldo en 1911 era el propagador de la doctrina cenetista de la zona. Lo dirigió Aquilino Gómez. “El Látigo” desapareció en 1914 y fue sustituido por “La Voz de la Anarquía”, más radical. No duró por disconformidad con la personalidad del director Valeriano Dueñas. Las Sociedades de peones y mineros, cuando ya se concedió el derecho de reunión y de expresión, publicaron “La Lucha” en 1915: Director Juan Ortega. La C.N.T. se consagró a la propaganda por toda la Región interviniendo militantes y personalidades.

La división de los socialistas en Pérez-agüistas y prietistas favoreció el crecimiento de la C.N.T. Galo Diez fue el alma de la propaganda en la Regional. Ésta respondió debidamente en la huelga de 1916 declarada por las dos centrales U.G.T. y C.N.T. contra la vida cara. Lo mismo en la de 1917, considerada huelga revolucionaria, pero con carácter trágico en Bilbao, donde hubo muertos y heridos. En 1918 se constituye la Federación Regional del Trabajo del Norte, adherida a la C.N.T. impulsada por el Comité Nacional, se crean sindicatos en San Sebastián, Tolosa, Eibar, Bilbao, Baracaldo, Sestao. Se publica” Solidaridad Obrera” bajo la dirección de Antonio Fena, enviado por el C.N., hasta comienzos de 1920, año en que le sustituyó Manuel Buenacasa. Antonio Pena, exiliado en París durante la dictadura de Primo de Rivera, llegó a ser un excelente profesor, hasta terminar siendo de la plantilla de H.E.C. (Estudios Superiores de Comercio) y condecorado con las palmas académicas recorrió la región. Otro buen elemento de propaganda fue Emilio Mira, conocido con el nombre de Antonio Valor. “Solidaridad Obrera” llego hasta una tirada de 10.000 ejemplares.

Vizcaya, en la Regional del Norte, se manifestaba como la comarca más conflictiva y más rebelde. El gobierno envió al gobernador Regueral para terminar con ese estado de cosas. Por la hegemonía de la clase obrera, socialistas y libertarios llegaban a las manos en ocasiones de huelgas como en las minas de Sílfide y San Luís. Son notorias las huelgas de la fábrica de clavos de Echevarria, de los talleres de Corral y de los tejedores de Zamanillo.El gobernador Regueral no sabía cómo combatir estas rachas de huelgas. Así sucedió el asesinato del gerente de Altos Hornos de Vizcaya, Gómez, que causó gran sensación. Se le culpó a la C.N.T., pues en la lucha entre los afiliados a las dos sindicales, él favorecía a los socialistas. Buena ocasión para Regueral de ejecutar su frase legendaria: “Vengo a Vizcaya a terminar con la plaga maldita del sindicalismo, si ella no termina conmigo”. Declaró fuera de la ley a la C.N.T. Deportó a varios cientos de compañeros en conducción por la carretera, desde Bilbao a Andalucía. Otros fueron procesados como presuntos autores de esta muerte. En realidad, se trata de un asunto más misterioso. El Presidente de la Patronal de Cataluña vino a Bilbao para discutir sobre la constitución de una Federación Patronal de carácter nacional. Al mismo tiempo discutieron sobre la conducta a adoptar en la lucha contra los obreros. Gómez se mantuvo firme para no exacerbar las pasiones de los trabajadores con las formas de actuación que le sugirió Graupera; esto es, los métodos de Cataluña. Ante la negativa de Gómez, Graupera salió ofendido. Varios días más tarde, el 11 de enero de 1921, fue asesinado el gerente. Regueral a su vez fue abatido en León cinco años más tarde. La Regional del Norte se trasladó a Santander.

En Guipúzcoa se habían constituido sindicatos únicos, además de San Sebastián, Tolosa y Eibar, Villafranca y Beasain. Supieron también despertar la rebeldía de los trabajadores. En Álava, además de Vitoria, que llegó a tener cerca de dos mil afiliados, Alsasua, en esa época, pertenecía a la C.N.T. de Álava, a pesar de ser un pueblo navarro, por su cercanía a Vitoria. A la Regional del Norte, pertenecían Logroño y Navarra, Valladolid y Burgos, hasta la formación de las dos Castillas.

La huída de muchos compañeros a la represión de Regueral y luego la proclamación de la dictadura primo-riverista cortó el vuelo que había tomado la organización en Euskadi. Los exiliados a Francia formaron buena parte de los setenta que intervinieron en los hechos de Vera de Bidasoa del 7-XI-1924, tentativa insurreccional francamente mal preparada. Se creyó que los militares de San Sebastián apoyarían este intento con solo presentarse en las puertas de la ciudad. La operación la dirigió el compañero de San Sebastián M. Riesgo, por conocer bien las montañas que separan la frontera de San Sebastián. Hubo dos guardias civiles muertos. Los insurrectos se desbandaron. Unos se perdieron por las montañas y otros volvieron a Francia. En los años 1928 y 29 empezó a rehacerse la organización. Pudo intervenir en el ataque contra el gobierno civil en diciembre de 1930 del que salió herido gravemente el compañero Zulaica, ataque llevado a cabo para apoyar la insurrección de Jaca de Galán y García Hernández. Recordemos los militantes fieles de esa época idealista y trágica: Martín Marculeta, panadero, padre del famoso jugador internacional del fútbol del “Donostia Club”, su hermano, Pedro Garrúes, Santiago Arregui, Félix Martín, José Ochandiano, Moisés Martín, José Ferrer, Viteri el mayor, Paulino García, Paulini, el francés; en San Sebastián. Bartolomé Manuel Tomás, Mencía y Galarreta, en Tolosa; M. Eizaguirre y J. Lazcano en Beasain; Galo Diez, Acha, Viteri el menor y Delgado, en Eibar. En Vitoria: Murga y sus dos hijos, Sarrate, Valdivieso, Isaac Puente, el Poeta Donay. En Alsasua destacaba José Gorospe y pronto su hermano el pelotari. En Vizcaya: Juan Fernández, Bernardo Pascual, Sacristán, Juan Expósito, Juan Ortega, Santos Osinaga, Timoteo Fernandez, Vicario, Joaquín Zabarain, Jesús Fernández, Maza, Vallejo y Antuñano, Eleuterio Pérez e I. Rebolleda.